Por: Ing. Etmeira Sandoval
Ingeniera Agrónoma
Comité Científico de la Comisión Nacional del Huevo
Por ser el huevo uno de los alimentos, más completos y nutritivos de la naturaleza, debemos ser muy cuidadosos en su conservación y almacenamiento al llevarlo a casa, no sea que por un mal manejo su calidad se vea comprometida. Los alimentos perecederos son aquellos que comienzan una descomposición de forma sencilla y el huevo entra en esta categoría. Agentes como la temperatura, la humedad o la presión son determinantes para que el alimento comience su deterioro. Ejemplos de estos son: los derivados de los animales y los vegetales, siendo las frutas las de mayor perecibilidad, y la leche y carnes de menor perecibilidad ya que en refrigeración se conservan.
Cuando compres huevos, verifica que su cáscara, y/o el envase, tengan fecha de vencimiento o caducidad, también fíjate que las condiciones de almacenamiento e higiene sean las adecuadas, en lugares limpios, no calurosos, si compras empacados, docena, media docena, o empaques de 30 unidades, deben estar limpios y su cáscara íntegra, sin fisuras.
Camino a casa, evita los cambios bruscos de temperatura, al igual que cualquier otro alimento perecedero, el huevo es susceptible a estos.
Al llegar a casa, guárdalos en el refrigerador o nevera utilizando su empaque original, así conservarás por más tiempo la frescura y evitarás posible contaminación cruzada con otros alimentos que guardes en el refrigerador.
No laves los huevos antes de meterlos en el refrigerador. Puede lavarlos al momento de usarlos, saca solo los que vaya a utilizar, no el empaque completo.
No rompas los huevos en el borde del recipiente donde vayas a batirlos.
No separes las claras de las yemas con la propia cáscara del huevo, ni con la mano.
Si al abrir el huevo aparece en la yema una pequeña mancha de sangre, esta no supone ningún problema para la seguridad, retírala con la punta de un cuchillo o tenedor limpio y utiliza el huevo con normalidad. Tampoco supone ningún riesgo para la salud, la presencia de “nubes” en la clara.
Asegura que las tortas estén bien cocidas antes de servir.
No dejar las preparaciones con huevos (ensaladas, tortas, huevos revueltos, etc.) a temperatura ambiente si no se va a consumir inmediatamente.
Prepara con la máxima higiene recetas que lleven huevos como ingredientes, ejemplo la mayonesa casera: añadir un chorro de vinagre o limón y conservar en el refrigerador hasta su consumo. Los alimentos crudos o poco cocidos, así como las manos o utensilios de cocina que no estén limpios pueden contener gérmenes.
Al preparar tus recetas con huevos, recuerda hacerlo en el marco de una dieta saludable y con alimentos que acompañen y potencien el alto valor nutricional del huevo.